jueves, 1 de diciembre de 2011

Parte Tres: El viajero.


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Carlos López Dzur
EL HOMBRE EXTENDIDO
Premiado en el Certamen Literario Chicano
Universidad de California, UCI / Irvine


INDICE / Cont.

De la travesía
La palabra de viaje
Adiós, patria
Lo más importante sobre mí
Allá en el azul lo puse todo
Biografía escrita en azul
El espacio se ha llenado de dueños
El vagabundo y el olvido
Manuel González Prada (1844-1918)
Fascinación en las penumbras
Del sentimiento uranofóbico
Extenderme en tu acaecer
Un gusano negro
Tenebrosos días
Algo que tiene su luz
Y gritó: Yo lo maté
Llegaste al hilo
Consejos para el que se irá
Humildad ante el Visitante Egregio
No subas al cielo
Empozamiento
El pirata y el liberto
El mentiroso y el reo
Viene entre perros y viejas bochinchosas
Los perros y yo
Dejar atrás lo que no huela a amor
El camino
Abre tu mente al mundo
El shock
Impasse
El migrante
Mojada la roca y su polvo
El regreso
Indocumentado
Apenas como un rastro
Me extendí
Nostalgia
Deja que me conozca
Melodía por Eurídice
De vuelta al campo
Larga agonía es no aprender
Olores de bohío
Cuando se diga inmigrante
La abjuración
José del Alma lo llamaría Martí
Memoria de un torturado chileno
El ser activo
Me gusta (1, 2)
Me conocen
Me olvidan


* * *

Parte Tres
El viajero. De los signos migratorios


De la travesía


No live organism can continue for long to exist sanely / under conditions of absolute reality; even larks and katydids / are supposed, by some, to dream: Shirley Jackson (1919-1965)
Estoy de paso entre gente que me informa
la burdez, espesura del mundo, el apetito
por las cosas materiales porque no existe más.
Todo es materia. Ojos que ven
lo que ven, nervios ópticos que son
como dioses, tiranos en medio del cerebro.
Sin ojos ninguno sabe si se ve, o cómo.
Sin química en los sesos, la realidad no existe.

Voy de paso, creyendo que todo
está fantasmalmente en mí.
Soy un ciego que se dice existente.
Que la realidad es constructo subjetivo.
Que el mundo puede ser cambiado
si la mente se cambia; soy quien inicio
este trayecto: irme de paso, ser-me-de-paso.

... ajeno voy a la aplaudida realidad
de los consensos, ajeno
a creer en exterba mente mágica
que lo decide todo.

Aquí voy sin oyente que aplauda
mi objetividad o certidumbre.
El ciego es falible y quien dice verlo,
prejuicioso; pero voy de paso, a serme,
sin realismo absoluto,
porque sólo así me vivo sanamente.

*

La palabra de viaje

Una palabra se apoderó de la mañana,
creyéndose ya cautiva del Ba,
sombra del alma.

Vio a la luna, caída, desapareciendo
después de aquel Shabatu misterioso.
Una palabra abriría la boca de Tefenet,
soltaría líquenes-babas, bubbulu
con tambores pegajosos en el barro,
cosidos alfileres en el talle.

La mañana tenía una raíz
tan alta en las cumbres de Maat
que fue su certidumbre
y más profunda que la médula de la noche
sería y más que el viaje
al abismo del infierno.

Tuvo la palabra, sin embargo,
memoria corta, tan breve
que se secó en las orillas
del Portal de Ishtar,
donde el río apenas sobrevive
y la serpiente inhala
el polvo de las cosas.
Vibra con el hierro frío del humus
de la Tierra y no basta.

Un secreto serpentino se mordió la cola
y la palabra cayó, desvanecida,
en el Atén de la discordia.

La mañana no será esclava del vacío.
... y creyéndose aún cautiva del Ba,
se estremeció en la sombra,
pero volvió a los soles.

*

Adiós, patria

Una comunidad fue lo que quise:
con familia, hermanos, vecinos, amistades,
pequeño lugar al que he de llamar la patria,
hábitat al que clamar dulcemente
mi paisaje, nicho mío,
ecología de mis ojos,
cercanía íntima con ecos.

En cierto modo, inesperado el día
en que de la comuniadad salí,
con adioses fragmentarios.
Me secuestró el exilio, me chantajeó
la causalidad del poderoso,
imperios interventores, extraños, suplantadores,
industriales, traficantes. Politicones.

Bancos transnacionales, engendros globalizadores.
Miseria reinventada, desempleo, traiciones.
Se burló lo universal con el sarcasmo
y la historia vulgar hizo su construcción de privilegios.
Me dijeron: La patria no existe, borincano.
Ahora estoy en el Norte.

*

Lo más importante sobre mí

Es difícil de tragar un corazón como el mío;
y reposar, aún sabiéndome ultimado,
bajo tierra y cadáver.

Aflorará mi fe, cíclica periodicidad
del eterno retorno, el retollo mío, con síntesis
de opuestos, que asegura que
no hay descenso para siempre
ni cuerpo que soporte años de castigo,
penuria y yugo voluntario.

Detrás de la noticia y sus ecos
de sensaciones momentáneas,
no se contenta el crédulo,
no se resigna un hombre
a la Razón violada,
a dialéctica sacada de lo real,
lo puro, necesario, su kairós,
tiempo oportuno.

Kairós, sin embargo, llega.
Tarde, pero seguro.

Llega a la memoria viviente,
sabiéndose el pasado.
Tu origen.

Si tuvíste un gesto de proyectos.
Metahistoria
del progreso conveniente,
el tuyo junto a los otros.

3-12-2003

*

Allá en el azul lo puse todo

Allá, donde la rebeldia y eterna nostalgia
es tesoro, lo puse todo.
Como guardándolo del daño que conspira
el que cree que las culpas nunca
se terminan, no se curan,
sino con castigo y venganza,
némesis cotidiana y pesimismo.

Esto sé: Que la vida es energía
y ninguno la destruye, consciencia viva
que es sincrónica al vincular los azares,
cuanto parece disperso, caduco.
Otros sienten como yo.
Otros comunican lo mismo.

16-4-2000

*

Biografía escrita en azul

Puse mi yo, quizás por capricho,
en el ahí de un allá donde no hay algo que muera,
en ese Todo-Unitario que es el universo
y no la ilusión del ahora que irrita
y agobia y juega al escondite
con mis cinco sentidos refinados
y mi arcilla blanda y mi alambrada
de óseo calcio, mis huesos.

Mi visión dí a diléctica infinita
y elegí ser poeta para decirlo al mundo
por consuelo. Otros sienten como yo.
Otros hacen lo mismo.

*

El espacio se ha llenado de dueños

La mundanidad en que he vivido
no fue hecha para mí. Soy consciencia viva
y el mundo tiene facha de cadáver
y no tiene verdad que respete la vida.

El tiempo es corredor y atleta
de flaco espacio y sus huesos y músculos
pasan de largo a prisa y, si me meto en el medio,
me empujan, me derriban. Les estorbo.

El espacio se ha llenado de dueños,
propietarios ajenos, que no me dan una tumba
con mi nombre, que no me edifican un cimiento.

Sé lo que soy, una consciencia
que habla sobre universo con amor y una energía
que busca conexiones que otros rompen
y obstruyen y niegan sobre el mundo.

Para mí, en cuanto es lo que sucede,
la fisicidad me despoja. La engañifa de lo vivo
me persigue; en la asocialidad me internaron.

Escribiré en azul, hasta que me canse,
por terco. Escribiré mis principios superiores
(porque por ellos sostengo mi esqueleto).

Sufro lo que me toque. Hay más cosas
que lo que ven mis pupilas; posiblemente,
diga algunas de ellas para incrédulos.

13-4-2000

*

El vagabundo y el olvido

La verdad (que) es un sangrarse el corazón: Baltazar
Gracián, Orácula manual,
1873
Acúseme quien sea el más excelso
de los hombres, el más ángel y más cristo,
de que he sido un vagabundo.

La verdad me sangró los talones;
rompió mi boca y mis dientes,
caída tras caída y jetón en la sombra.

Me asomo a los espejos
y pregunto: ¡Cuánto cuesta una pizca sencilla
de tu esencia, verso dulce
accesible a Tu Nombre y Cercanía!


Acúseme de una vida mal organizada
(de mirar al tiempo por encima del hombro).
No soy el más feliz, nunca lo he sido.

Nada dejo, a excepción
de estas mentiras puras,
verdades obsesivas, precarias,
como mis mismos pasos.

¿Dejé a otros razón rememorante?
¿Qué da quien cultivó el olvido? Nada.
No supe lo que es mío. Y no cobré a ninguno,
pero doy, cuanto puedo, todo.

Que nada sea para mí.
No quiero la pesadez, el cansancio, la memoria.
Es por ésto que olvido. Por la verdad,
que me sangra, me he vuelto un vagabundo.

Revisado: 20-09-2000

*

Manuel González Prada (1844-1918)

A caballo, galope de voz propia, va
roque-roca, genaro latino.
Ocho años en trayecto hacia la Fuente
donde el pueblo canta claro con sus dudas,
hiere profundo con sus desprotecciones.

Manolito va, añorante de paisajes
que no son citadinos y, de pronto,
el recuerdo de su madre,
su memoria manipuladora.

A relinchos lo sorprende la noche
y los versos de Hugo que son lumbre;
al fondo, escenas de Quevedo que,
entre leña quemada, brota en humo
y se reencienden y arden.

En una hacienda familiar de Cañete,
descansa con pradejales de apellido,
solitario, con voz que liberarse quiere,
hasta conformar el hombre social,
hombre extendido y narrarse
en cosas nuevas y ocultas
sin mérito aparente. Conjuros pide
contra la abulia cómplice de curas
y canallas, electos por propietarios
y opresores. Manuel González
se acuesta y no descansa.

Su rebeldía parece la de un inca,
pero en la mañana su caballo
no quiere desbocarse. «Falta mucho
por hacer», es lo que dice.

Voz que aprende a clamar en los desiertos.
Por ocho años ha meditado mucho.
La abogacía no lo llena. Lo sabe.

La ingeniería se ha vuelto el poemario
en minúsculas, gusto por Ménard,
análisis inacabado de positivismo.

Esta madrugada ya entiende a dónde va.
Hablará sobre los desprotegidos
y señalará su causa, los verdugos.

Escribirá sobre fragores militares
y las armas que tomara en Chomillos;
recordará con nostalgia su niñez
en Valparaíso; pero ya no podrá
su familia aristocrática, peruana,
detener de nuevo su camino.

Es un hombre extendido.
Ya es un hombre.

26-06-1985

*

Fascinación en las penumbras

En el arrabal, la nada navega como sangre.
En su eje de raíz, ¡qué bien se rota!
Y las penumbras son el cielo que gira
entre galaxias y el ser endemoniado
va con ellas, penumbrasde
su puñal enardecido.
Y el quinto cielo es volver a soñar
con el crimen y el espanto.

9-16-1990

*
Del sentimiento uranofóbico

No ví esencia en el cosmos.
No te acepté los besos, Urano.
Metí 50,000 años de civilización en mi vida,
en el puño cerrado. No abrí la mano
para recibir mi porción más genuina.

Admití lo pudrido y su tristeza,
lo cruelmente entregado y mi despojo.
Llegué tarde y por el tedio del tiempo
por entrada y era una puerta de salida,
bienvenida para la agonía.

12-9-1988

*

Extenderme en tu acaecer

Extendido en tu Acaecer, mi tarea
es descubrir y dominar el temple que el mundo
te infunde, tu arrojo de veloz objeto
del movimiento surgido como bala.

Si lejos del blanco te dispersas, mi ser
que es tu ser-acompañante irá contigo,
insistirá en buscarte, todo orejas y silencio,
por entero. Y serás mi necesidad en la esquina,
de este mundo; deseada echada...

Para que tu yo sea mío te cuido.
Te robo ser, discuto.
Me adeudo en tí, te remuerdo.

En resolución anticipadora,
muero en poder-ser y dejar venir
lo que traigas, trágico o fiel,
que venga tu ya-sido y tu pasado.

¡Quiero que me halles, o me pierdas,
pero que mi yo sea contigo!

*

Un gusano negro

Quise ser tan jovial, como siempre,
reconfortado con besos que lo son
por amor y por festejo espontáneo de vida
y por anhelo profundo de abrazo.

Mis brazos han forjado
su casa, inventaron espacio,
para encerrar en sí el cariño por cimiento.

¡Pero un gusano negro escarda en mis rincones;
ave-perra, tal vez la Erinia, tal vez cenicientamente roja,
hoz clavada que su nido se inventa con mis sámagos!

A veces y tal vez a trasquilones
voy cantando sin que nada me importe
y me azora una piedra, un curso de raíces,
el sol maravillado, luz derramada
donde nadie contempla.

Mis manos han querido apresarla
y espantar sombra y proteger la casa,
tibia, deliciosa, blanda, que me da
descanso, al fin.

... pero ¡no fue a buscarte que salí!
No me importas, zopilote,
hasta que no me atacas...

¡Por tí, nunca he cantado
ni a tus sombras llamo,
nunca, ni por arrugas lleno!

*

Tenebrosos días

La echada es también vida, mordisco,
tu desasosiego. Tu vida sorprende
y provoca unas ganas de tirar a matar
como asesino, desafiar con mañas
y proyectos y correr, en huyilanga
por matorrales de tenebrosos días.

09-15-1980

*

Algo que tiene su luz

Vámonos lejos, vecina, donde
no esté el Pica-Pica:
Canción de Vitín Avilés / Charlie Palmieri
Algo que tiene su luz (y es indispensable)
me falta. Alumbraría mi camino.
De tinieblas me canso, me escapo y, entonces,
combato el desierto de sombras.
Estoy lleno de anhelos.
Y, en las tinieblas, no es tan comprensible.

El desgaste es rutinario.
Pero, aún así, yo buscaré mi luz.
Voy. Hago caminos.
Terco, rebelde, aventurero, desafío
el mínimo de tiempo concentrado.

Vengan, vecinas,
vayámanos lejos de esta legión
de Pica-Pica.

Mi prisa se come los espacios
y fuera del sitio me encuentro.
Nunca estoy tarde, no.

Por un poco de luz, desafiemos
las celdas y que nos persiga el Pica Pica,
matapuerco. Quien es criminal y morronguero
no soy yo. Y me mantuvo preso.
Vámonos lejos, vecina, donde
no esté el Pica-Pica.

*

Frustración homicida

El asesino reventó su antojo y sólo escupe,
eructa roncamente. Se estremece porque algo cae
que no es él. Ha vencido sin saber qué depreda,
si soy yo o él, o si es su golpe.

Ya no es feliz porque su matar no es triste;
ya no es sólo instinto ni costumbre dormida
en sus engramas.

9-16-1990

*

Y gritó: 'Yo lo maté'

Lo engañó la mucha sombra
a la que acostumbra sus ojos, no el parecido.
No que produzca fantasmas o gritos ultraterrenos
desde el cautiverio.
No que sea más fuerte que el toro
en el torque que provoca el derrumbe.

Mas Penteo delata su conciencia culpable
donde tiembla la tierra y la consigna
es que primero se detenga
a las bacantes, ¿no?
y que Dioniso no halle su luz apetecida.

Va cerrando ventanas, puertas.
Se asegura que no pueda escaparse
y que no pueda el más tonto
zurrarse ante el fantasma de su miedo.

Un prisionero imaginario.
Y dijo haberlo matado a su debido momento
y que la gloria suya; pero la prisión
está por derrumbarse.

*

Llegaste al hilo

Llegaste al hilo, burla dolorosa.
Me adivinaste espontáneamente cuando dije:
Existo y conmigo, por igual, las cuatro patas
de la mesa y el animal de ipil
que fabricara el dujo
para que haya cena en cuclillas
y después otros ritos y bostezos:
nuestra cama, mujer, nuestra sangre,
metabolismo, otra voz y dicha...

Otras voces que guisen las palabras
y digan que hay que cazar, o papar moscas
y que el hambre se ve todos los días
y con ellos el parto, los hijos y la muerte.

Otras voces tribales que digan
hay moros en la costa, varones
y huesos desconocidos allende el paisaje
y pintores en Altamira y clamor en Lascaux.

¿Podrás con esa carga, burlón del viento,
vomitarás semilla o estarías en silencio
viendo que llega el mamut, el lobo,
el león, o el jacal de los montes?

¿O harás más simulacros con el Huevo,
gorgorero que mamas, cagabichos?

9-16-1990

*

Consejos para el que se irá

Seré la ventana con ojos que no mienten.
Te haré de consejero,
porque yo fundé Tebas y cuando apenas vas
yo regresaba, tengo la veteranía,
tú eres sólo mi nieto.

Acuérdate de tu primo Dioniso,
él sí es divino; él sí tiene una ventana
que la hizo con Guadaña de lo eterno.
El sí fue agujero por donde usted y yo
nos asomamos para ver el mundo.

Muchos paisajes, rincones, espesuras,
extensiones, tiene consigo al que yo sé
más grande que lo que el rey es
entre hombres.

El recorrió rumbos del Asia y de Oriente
y sabe detalles de caminos,
señales de sabiduría, sé tú el marco
pero la ventana él la pone.

Te mostrará lo que en tu marco quepa
y pobre marco es cabeza hueca.
La ventana, en verdad, es algo que comienza
en los ojos; yo quien le invito y evoco
con los ojos él ví que se extiende
y, posiblemente, me consensa;
él con sus ojos y los míosl

Hay quien ni puede ver ni admirar
todavía [lo lamento] porque los que viajan
traen vestidos extraños, idiomas desconocidos
y recuerdos de lugares
de los que sabemos muy poco.

*

Humildad ante el Visitante Egregio

Entonces, sé humilde si llegara
porque es tu primo. Es profeta divino.
Y mi hija Sémele vive en su pensamiento
y él quiere volver porque ella ha muerto
y, en Tebas, los nombres de ambos
se han olvidado, ingratamente aborrecidos.

Por eso es que te invito a recibirlo
a evocar a su madre conmigo.
Si su deseo es honrar a la familia
y enaltecer a su madre,
no lo llamo rebelde, ausente ingrato
sóio viajero, egregio peregrino.

13-12-1983

*

No subas al cielo

¡Tantas veces has muerto!
Por eso eres el empozamiento, secreto,
y no vives vestido todavía.

Es la desnudez la que te vive, secreto.
Ven a donde estamos desnudos y salvajes.
No subas al Cielo.

Si quieres no bajes al llano.
Pero calla, Secreto, y no subas al Cielo.

*

Empozamiento

Por eso te llamé empozamiento
porque no visitas mis aguas litorales.
Ni quitas el esqueleto de la flor roja de mi sangre.

Te volvíste un sequedal en mi memoria.
Te hicíste secreto y cal, sílice con el sabor del cuervo,
chachueco y sin primor en el recuerdo de las alas.

Ahora escupiré tu nombre como quien mira
al zanjón de cucho y abriré sámagos
al empiricismo para buscar la mentira
de tus mínimas magnitudes angulares.

En primario goce de sacrificador te daré.
Serás tú mismo, cerdo salvaje, mi ofrenda.
Al jabalí buscaré sus ladridos
y ecos del lóbrego mundo,
el que te pertenece. O adoptas.

Quiero que calles, que enmudezcas.
Así es el odio que inspira cuando colocas
tus collares de espinas al cuello
del inocente. O el menos sanguinario.

Vestiré en ceniza.
Exprimiré en tortas tu maligna hormiga,
chichilasas de pan para tus misas negras
y tu boca de espectro.
Emblema del empozamiento.

Con la vara del tótem te prohíbo y te odio
porque me enseñaste tu cultura de escarnio
e instruíste la barbarie, el horror en la historia.

*

El pirata y el liberto

A Lucas Fernández de Piedrahita (1664-1688)
¿Qué haría el pirata que ha mirado
en tus ojos acuciosos, de tristeza profunda?
Contigo porque ha escuchado tu voz sentenciosa
que suelta latinazos como fusta?

«Breve soplo es la felicidad humana»,

le dijíste al sayón, más pirujo e incrédulo,
aunque no sea tu vida breve, vagamente pretenciosa.
Advertido en cautela, pareces, por la muerte.

Morgan te tuvo en sus manos
y su fama es temible. Te colgaría del
palo más alto de la popa y, si él tarda,
te salvas, y será porque lo aturden tus ojos
que revelan al cordero degollado y la ofrenda
de tu fe que aún perdura y la investigas.

Un clérigo mestizo es lo que al verte
el pirata avizora y luego tu voz, neogranadina,
con ese dejo de canción de Santa Marta.
Un dejo indígena de chibcha,
mestiza vibración de la progenie incaica.

Bisnietura de princesa son tus genes.
Has sobrevivido, Lucas, hidalgo viejocristiano.

Te has extendido para mayor edad
de tus palabras en tierras donde todo
se extermina, se mata, no sólo
con peligros de selva. De playas invadidas.
Te rescata el mismo azote captor de los piratas.
La tempestad, la invasión, los azares.

Te salvas de una mano cuchillera.
Y tu pasión inventa explicaciones.
Es por lo que te pones de rodillas
y te levantas, hijo de Santa Fe.

Con el proyecto del indio y de sus vidas,
ya no piensas en tí. Recompones
la persistente historia, el ansia viva,
del Nuevo Reino de Granada.

06-05-1980

*

El mentiroso y el reo

... a Penteo, el más hipócrita y cínico de los mentirosos
Tener el poder no es todavía tener
la virtud, justicia de su parte, gracia
en sí mismo. Tampoco es tener
la autoridad en plenitud. Ni la sabiduría.
Por eso el rey [Penteo que no atiende de razones]
apremia a sus guardias, milicos, sabuesos
de colmillos reforzados y autoriza a que apresen
a ese extranjero que va difundiendo
el culto a Dioniso, el rebelde cósmico.

Y, en fin que ya lo tiene capturado.
Lo apresó sin que opusiera resistencia.
Lo encadenó. Entre bofetadas y torturas,
le hizo interrogatorios.

El mentiroso arguye que conoce a Dioniso
Que en la región de Lidia fue iniciado
en su culto por Dioniso por el dios mismo
y el extranjero sabe que miente.

«¿Qué tipo de ritos son los que practica
un hombre ex6endido y qué aspecto
tiene el varón que, por rebelde,
es amado por las bacantes
y servido por las ménades?»


Y dijo historias que son para cagarse
de la risa y... miren que le dolía la cara
por hebérsele molido en tortura los dientes.
Y el colmo de los mentirosos no se daba
poer enterado del motivo de la risa
y siguió por dar castigo la orden:
«Haré que te corte el pelo y que parezcas
un cholo, voy arequisará tu tirso
y el moco-rag que llevas contigo
y quedarás prisión hasta que se me pegue
la gana, forastero».

*

Viene entre perros y viejas bochinchosas

No me saque en cara usted que me haya dado
un hueso / el reino re Tebas y, si nada, ni se preocupe.
Para que el amor se asome
yo nunca pido ni suplico ni espero.
No lamo a ningún amo. Y si él, Dioniso
es llamado el Rebelde, yo soy más rebelde
que él. Yo despojo.

Viejo Cadmos, no justifique al que vendrá
(querrá quitarme el trono, pero yo no lo dejo).
Imagino que es cierto lo que mi madre dijo:
«Que Sémele se había acostado,
ebria de vino, con mortales y fue indigna
de que Zeus la ame». La fulminó por eso.
Por mentir, por callar desvergüenza,
por pretenrer lo divino».

Quien viene entre perros y mujer licenciosas
no se diga Dios, mejor que no lo haga,
Abuelo Cadmo, mejor que calle Tiresias,
si es sabio, como alegan los ancinos
que lo conocieron.

Quien como extranjero ha llegado
alegando que Dioniso es un dios
es otro que miente, otro embriagado
con el vino en el día duodécimo
del Hekatombaion.

*

Los perros y yo

Me voy cuando me toca, e irme
se me da por instinto, me recupera
para todos los cimientos.
Contribuye a mi entera permanencia dinámica.

Conmigo sucede que es más lo que dejo
que lo que guardo.
Yo guardo las pistas de amor cuando las veo
y si con animal me comparo es con el perro
que ensalivó su roca, al pie de un tronco de árbol
o cercado de camino, y puso a tal por señal,
por si le toca el regreso
con el rabo entre las patas, pero el corazón
siempre con su regocijo.

Un perro mil veces apedreado, mi alma.
La azora la violencia del entorno, pero,
Dioniso, como yo, no come miedo.

La ingratitud y el rechazo ignoro y alma tengo yo
que aprende su lugar, espacio humilde y alto
no porque sea inefable, no porque sea orgulloso.
Es que soy más solo que el perro, soy zorruno,
vigilo astutamente sin poder evitarlo.

Duermo con los ojoa abiertos y soy gato,
quieto y frágil, distante, pero instaurador
del noble rincón donde reposo.

Y cuando estoy de buenas
que es casi siempre, acaricio más que el perro
y me guardo el miedo y me siento sagrado.

Usted no me da nada, (¡qué bueno!)
porque de usted nada espero, Penteo.
Casi todas las cosas que tiene no las quiero.
Me las puede regalar, cortésmente o por piedad
pedir que las retenga, las admita como algún tesoro
que cambiará de dueño, ¿pero sin amor?
todo estorba, hasta una mujer,
hasta el sexo, hasta la risa y la saciedad
y la vejez y la vida... no.

13-12-1983

<>

Dejar atrás lo que no huela a amor

Yo dejo atrás casi todas las cosas,
casi todas las tradiciones, cada convicción
que a larga sea frívola y terquedad, fatulo sentimentalismo
(egoísmo siquitrillado, chatajeante. simulacro
de absolutos); yo todo lo descubro, tarde o temprano
Y no necesito razones suyas, justificadoras
ni que me ofrezcan cuentas ni me pidan perdones.
Yo cuando hiedo la mierda, me voy
y si soy yo el apesto, más temprano.

En la distancia es donde más amo y donde soy
más fecundo; con lejanía de por medio,
oigo clarito el llamado de amor que antes me fue negado.
La nostalgia de mí se vuelve grito, imperio de los ecos,
aunque también la indiferencia del que dijo:
«yo soy el más que te amo», eso se vuelve el ruidoso
«No vuelvas. Te olvidamos». Y lo oigo, por igual
y hasta más conclusivo y claro.

Hay que tener de perro y gato para saber sobre ésto;
pero ser digno, uno para sí ante de ser-quien-pasa
sin ser visto por el otro y hay que echar distancia emocional
porque si no te matan, te cosifican,
te sacan en cara que estés vivo y van y borran
tu saliva de amor y recuerdo.
Te hacen la existencia miserable.

Un día, por seguro, usted viajará solo
y recordará que yo dí unas señales,
detalles de camino, par de recomendaciones.

08-01-2002

*

Abre tu mente al mundo

What we call mind and what we call matter
cannot be totally separate 'substances':

Ken Ward
A lo que yo quiero, con ansias lo deseo
para que se nutra de sustancia, para que batalle
su presencia en las cosas, en lo óntico
que calla, en lo ontológico que dialoga
y conversa intercesoramente.

Todo el mundo ha de saber lo que quiero.
Con mi mente lo informo; con mi materialidad
lo acomodo a mis testigos, lo objetivo.

Lo que informo es una convocatoria.
Que el mundo sea parte de mí mismo.
Que no sea yo hijo del aislamiento,
germen desarmónico, lo prohibido,
lo imposible... Seamos honestos...
Propongo mi querer. Lo hago colectivo
y lo doy en servicio. Que sea lo Nuestro.

A lo que quiero, lo justifico.
Lo necesario es bueno, autoevidente, plausible.
Los fracasos no detendrán el empeño.

Lo intentaré muchas veces hasta que se haga
pleno. Mi mente puede que se desnutra,
se aisle, desconfíe; pero, yo soy humano.
Lo soy si me encuentro con el mundo.
Y con el mundo digo: Lo Nuestro.

El mundo es quien me hace aprendiz.
El mundo enseña la vida, el límite y lo posible.
El entorno sustancia mis furtivas intuiciones;
me corresponde solamente dar
el persistente deseo. Con él...
abrirme para todos.

*

El camino

A Franz Kafka (1883-1924)
.¿Quién iba a pensar que llegaría a este trecho?
Y no sabría ni cómo ni por qué
se atravesó el enemigo, el peor de todos,
el orgullo del ego, la duda, el alma misma.
La sombra quebradiza, el alter ego
encizañado en angustia.

Todo su mágico realismo se me escupe
en la cara. Toda la desilusión de la miseria
la deja y restrega en espejismos, la empaca
en la tristeza obvia de mi canto.

Me dio su carnet identitario, clavó un número
de Caín donde mi piel es pública y visible y agria
y metió en mi bolsillo su irrupción y lo hallaría,
mordiendo en mí, repentinamente inesperado,
gritando a las burocracias
quién soy, traicionando secretos y promesas.

Este severo hastío es suyo y la turbeculosis
de ser él me la trajo para ese día marcado
cuando te vence el asombro y el mundarro
es tu cárcel y el esqueleto, un reo
en la ciudad amurallada. En vano se esperó
el pueblo y su alegría, el corazón
y la esperanza, el discurso de uno mismo
y las huellas más claras del camino.

09-09-2000

*
El shock

Shock: Cantidades de energía que la persona no puede manejar: Dr. Edward Bach
Inmigro con tal trauma que me está llevando el diablo.
Lo digo, con la boca callada; yo no puedo decirlo.
Lo digo, con piernas que tiemblan, y con labios secos.

Todo lo que traigo anula mi elocuencia.
Yo lo he perdido todo. He perdido mi casa,
Mi mujer. Mis hijos. Me han devaluado
a tal punto que ya nada merezco.

No puedo con las malas noticias.
Una más y me derribo y muero.
Vengo aquí para huir, para estar lejos.
Ganas tengo de que el avión se estrelle.

Que asesinen a Pilatos, al ladrón, al depravado.
Que algún temblor estremezca mis ciudades.
Que Dios venga y deshaga los mundos.

Estoy con un pensamiento abismal.
Que pide la venganza. Estoy en bancarrota total.
Lo he perdido todo: propiedad, familia, trabajo
y no puedo manejar ni mi final ni mi comienzo.

5-8-1986

*

Impasse

A quien se halló en el límite de su propia resistencia rumbo al Norte, en una celda del Servicio de Inmigración o la Patrulla Fronteriza
Que nadie me observe. Déjeseme
de espaldas, así, disimulando.
Que no quiero llorar ni hablar mis cosas.
Este estado de emergencia es mío.

Que nadie me toque ni pregunte.
No me ofrezca ninguno un abrazo.
Gracias. Yo tengo mi propios cigarrillos.
Y, en el fondo, una angustia
de espejismos extremos.

Voy a tocar fondo. Un momento más
y se desata este vacío y si me sobrevivo
es otro azar ante el cual no puedo
ni aún sé cómo detenerlo.

Que algo nuevo ocurra y no aquí
con tantos ojos tristes y llantos del extraño.
No sé qué es lo que viene, o si es inevitable.

Que venga el nuevo parto cuando ya esté
en la calle, no en esta puta celda,
no en este pozo de maldito refugio.

Espero, aún sin confianza en el fin
de este viaje; espero, en la voluntad audaz
de algún rescate. Espero, con dolor,
el ciclo nuevo. Espero y no puedo hacer nada.

6-18-1986

*

El migrante

El migrante que soñó con palabras
(que son chavasca, leña menuda del monte de la Urania),
el obrero que vive confeso en el chincual
y quiso voces de azúcar, aunque morena
sea la piel del sol
y el sabor de la chincaca y el pisto,
el secreto que él halló en la piedra
y que con ella se hizo denso,
es como el músculo del habla y el teótl.

Y lo explotaron con la historia del abismo
y él se enredó en el coral, esqueleto calcáreo
y no halló la espesura de los ríos.
No vio más que la muerte en los desiertos.

No vio la fluidezde los radionucleidos
que se van a la jungla ni su estallido de luz maravillosa.
¡Qué tristeza de luz tiene la sombra y la aridez!
La cruzada a la Urania tan poco generosa.

9-1-1980

*

Mojada la roca y su polvo

Y es mojada la roca y su polvo,
moles cocidos de cal o de mis huesos.
Y gotas sudas, criadas fórmulas
de creencias que a todos dan el gataso
de pobladas costumbres de los signos
cuando las huellas de Aztlán salen al paso.

Tijuas puede ser lo mismo
y las burbujas son como escenas
de agonía, o de esperanza.
Viento indocumentado que revienta
los ojos y escarcea en nuestra carne.

Las ilusiones mueren muchas veces
en franjas de frontera, muros o alambradas,
En el Río Grande, tormentoso, se ahogan.

La faena del pollero es el primer
puñal que abre la carne, que es cartera
de fe, de piñatas gozosas, tan cateadas
por el lenguaje gabacho del lujo
y las lujurias creídas al ensueño.
Al EnSueño Americano.

*

El regreso

Cuando inmigras... traes tu mundo y nostalgia.
La forma acridulce del presente dolido.
Hundes tu cabecita en este pecho extraño.
zona que puso cercos te niega el cariño

Habría que decirte que mi pecho es
sólo tierra y tu cabeza el blandón del intruso.
Que no debes ufanarte por haberme visto.
No soy quien besaré tus ojos ni tu frente.

Quedaría ciego a gusto por no verte.
No conozco el aroma que traes contigo,
el olor de tus cosas, el apetito. El lenguaje.
Soy tierra cercana; pero te llamo extraño
cuando te dices vecino. Soy mala madre.

A menudo piensas que el amor se forja
a semejanza tuya. Ni familia ni patria
se organiza cómo tú lo organizas.
Aquí nada es a la manera de tus hábitos.

*

Indocumentado

Este no es tu país; aquí se
se documenta sigilosamente el respiro
y se duda de los fieles y los agradecidos.
Etica de grupo, sólo la competencia..

Tú traes las alas agitaduchas,
vienes por nido, aquí vas a ganar
lo que llamas tus mendrugos porque nada
fue abundante. Nada que por ti lo cnozcamos..
Tu eres ave de corral ajeno y sigues
pobre e indocumentado.

*

Apenas como un rastro

Apenas como un rastro
queda de lo que conocimos.
Ese es el precio del haberse ido.

Hemos sido gaviotas en pos de reposo.
Giramos voláfugos, peregrinamente;
pero llega el día que nos faltas
y por no verte, regresamos.

¡Pero volvemos cuando fósiles
y en cada distancia duele desenterrarse;
¡cómo serás, amada patria,
debajo del sedimento del pasado!

Como piedras calientes duelen
las manos escarnante y el pico
y el corazón y los riñones.

Tus raíces parecen clavadas en los sámagos.
Ahora, ¡qué vas a saber como llegamos!
Que sabes de las heridas abiertas,
si tienes el nuevo amor y mi olvido.

... no sé si vale la pena mi regreso
u olvidar en el corazón esta elegía
por lo que nos quede por vivir.

19-06-1980

*

Me extendí

Me extendí en el sendero
como piedra para tu tropiezo.
Lité en piedras con óleo de alegría.

No sé qué tu querías
que te fuíste a seducir otras piedras
y otros árboles,
aunque algún día vendrías
otra vez a echar mi vida
en tus deudas y ultrajes.

Y mi boca clamaría
como el hombre extendido:
¡Vete, véte!

*

Nostalgia

Con sonrisa que un pordiosero
no cambia por monedas, va mi nostalgia.
A cada paso alguien me entrega
su contento, algo que yo esperaba
y que me gusta tanto que lo quiero.

Se me antoja un atardecer
con muchos brillos, ráfagas
de brisas que perezcan
como cosquillas de mociña o mujer
a mis pies, topar con unos ojos,
quizás, grandes y lindos, pestañudos,
y que sean como olas que mojan mis mejillas
porque buscaron amor sin nunca hallarlo;
les diría hola, o la abrazaría
violentamente, igualmente lloroso.

No sé si carezco de mañanas;
pero tengo nostalgias.
Supe que oficié en salmos y dancé
con las frenéticas niñas de mis ojos
y me arrobé en la cama con sensaciones de
amor en juncos.

04-11-1983

*



a Gabrielita
Deja que me conozca plumas de tecolote
y oiga ronca la voz que da consejos
a sombras cuyas luces sólo escarban
un chingo en travesuras raigales
del musgo; déjala que haga el sexo
y la libertad le dé chavalos y soles
con rizos en la frente
y que en las galaxias heroicas
de su virginidad se subviertan
evoluciones y castas...
Déjala viajar, que no sea mensa
en esclavitudes tradicionales...

1986

*
Melodía por Eurídice

Por oírte, ya verás, seré martillo,
yunque, estribo e iré
caracoleando
por células ciliadas y perdido...
pero cantando mi amor
entre 20,000 estalactitas de las grutas.

Por oírte, por hallarte, por quererte.
A la ventana oval juntos llegaremos.
Escucharé las notas más tenues.
y más altas de tu canto.

¡Irás a mi cerebro, fluyendo, misteriosa,
y yo al tuyo, tú y yo, gloriosamente, en el mío!
¡Tanto te quiero, Eurídice!

2-15-1980

*

De vuelta al campo

Dice los viejos del rancho
que el futuro es de jóvenes
y como a dioses se les recibe,
La ruralía los espera
... a estos chaparros que se fueron,
¡y que enviarán remesas!
su óbolo de gracia,
héroes son que vencieron la muerte
agazapada en cruces
y, vestida de coyote en los cerros.

Como miel de las ferias
se nombra a los migrantes.
En los palenques
son cumbiangos y gallones
y las chavas los buscan
como al oro perdido y la esperanza
y por el Santo Patrón y el Niño Cristo,
son flor y venero y se les busca.

Y la esposa lo sabe y la madre y la hija,
y les gusta escucharlos, deslumbrándose
porque bien que se jactan
los que oyeron campanas
y no supieron dónde... que Tío Sam
les hizo los mandados
y que al Norte, vencida la cruzada
y el riesgo del coyote, han metido en cintura
(¡ay, sí que son chingones!)

Con la pizca en fields de Utah,
Oregón, Washington State, California,
se aprende un resto y un poco más
y ya son americanos,
triunfadores y poco menos,
suerte mal restada,
cadáveres y pasto de los buitres
y sin la Mitad de México,
historia en el suspenso.

Pero llegaron, obsequiosos,
con ricas galas, aún el panzón
de pómulos oaxaqueños, aún el flaco,
cabezón, yucateco, el de ojitos chinos
y el pito, morrongudo.

¡Qué bien! duro trabajan
los espaldas mojadas y deslumbradas
las chicas les persiguen... y serán dueñas
de su parcela y madres al fin...
Al bracero que cumple, tiene para el regreso
y cumplirá muchos sueños
como el Rey del Tomate
(¡ay, pero que no se sepa
sobre noches parranderas con los jotos
y hembras de los bares,
y la semilla mala que se metió en su sangre...
ay, que no sepa, del SIDA de la muerte.

*

Larga agonía es no aprender

¡Qué tarde me dí cuenta!
El tiempo no lo es todo. El presente debe despertarnos
y los ojos, en la madrugada, mirar la providencia.

El Destino es el pasado y yo me entretuve
sin propósito, como otro animal más que sobrevive,
o aguien que no sabe soña vívidamente,
agradecer amor profundo.

El pasado me ha dañado sin lecciones.
El presente se ha escurrido
como agua entre mis dedos.
El futuro dudó de mi esperanza.

¡Qué tarde me di cuenta!
La memoria es el pasado duro, el dolor
de crecimiento; el destino, la poquedad
del pensar-sido, orgullo salvaje que no aprendió
tu nombre, por no ponerse en rodillas,
una vez más en rodillas.

Habría sido mejor que mirara a lo invisible
de tu Gran Amor que parecía dormido
y miré al tiempo, contado en relojes.
Miré a vida que envejece, sin luces,
y a muerte lamentosa, indeseada.

*

Olores de bohío

a mi hermano, José Manuel
No sé por qué vacila mi recuerdo.
¡Yo que tanto quiero a las memorias!
Olfato habré perdido de seguro.
El amor tiene su aroma básico de urea,
sol en las axilas, olor a trópico,
sudor a las sombras del meandro,
sangre de playas y lagos de catinga.

¡Ay, amor ligado a mí, desde el ombligo,
aunque yo estoy ausente y opaco!
Con lloviznas de primavera te rescato.
Por caminos de curvas sendas
hasta el Guacio, te sigo.

Desde un monte calizo de pepinos,
te contemplo, desde las bendiciones
del origen, te evoco,
porque no quiero pensar que me olvidaron
o que yo soy el ingrato que te olvido.
En mi cuerpo, como hormonas te vacías.

12-03-1988

*

Cuando se diga inmigrante

Cuando se diga inmigrante,
sea que esté en Venezuela,
o México, patria adoptiva, Boston o La Florida,
Santiago o Pensacola, recordaré
a tu padre liberal, y tu visión ante el Teocalli
de Cholula y el compromiso de ingreso
desde las Milicias Nacionales de Matanzas
a la Conspiración Soles y Rayos.

Al Caballero Racional que hay en tí
lo recuerdo. El más inclaudicable,
uno precoz que no abjura
el ideal bolivariano. Valora y sueña
con toda la América Libre, de Cuba al Sur,
de México a Caracas.

No olvido ésto. Ni de viaje
ni en exilio. Es mi fuerza, mi ejemplo
Con ese pensamiento me conmuevo
ante José María Heredia, cubano.

*

A José María Heredia

Pocos jóvenes son así, comprometidos.
En estos días de erranza, son contados
los viajeros con ambición crecida, ideal
para lo bueno. Estudiosos, como tú,
José María, flor de apóstol, flor de rayo
y soles de Santiago, pocos y selectos.

De regreso a México, me entero,
que traduces a Scott, a Moore,
Tyler, Ducis, Chenier, Alfieri, Voltaire;
tú, voz de mútiples acentos, políglota,
viajero, siempre alerta, apasionado.

¿Y quién, cuando has sido perseguido,
y arriesgado todo, podrá decirte,
abjura, véndete, sólo porque te aflige
la nostalgia de Cuba, de repente?

No, tú no abjuras en rigor. Sólo descansas
un momento porque el cansancio es intenso
y necesitas un poco de amor y en Cuba
te amarán los que siempre te han amado.
Regresa, José María. Tú dí cualquier
palabra. Dí un lugar común del viajero cansado:
«Hoy necesito un descanso».
Mañana... ya veremos.

02-03-1985

*
Memoria de un torturado chileno

A José Naranjo, amigo chileno
No todos somos el mismo cuño de inmigrantes.
«¿Cómo es eso?» Me escupió la cara y dijo:
Víctima fácil del ego. Vendepatria, resentido.
Izquierdista de vitrina, odia-mojados.

¿Yo? ¿A mí se refirió? No saque cresta
porque me ha visto renco, en mi sillón
de ruedas y ensimismado en recuerdos...
Usted que es un jornalero, lechuguero,
me trató con escarnio, a mí que me rijo por el «debo de»
y lo dí todo, a mí, torturado, despojado de mi rango,
por no dar a Sepúlveda, Pickering, Prat,
mis confidencias, mis conocimientos.

A mí, por decir la verdad, soy capitán
y Viva Allende, me llamó cobarde
y engreído y bien que estudié la Milicia y tuve qué…
(por si no lo sabía, donde el mismo Pinochet):
en el Colegio de los Sagrados Corazones de Valparaíso,
y la Escuela Militar del Libertador Bernardo O’Higgins.

Usted, con ganas de ver menos, me dice:
«Ganó Patricio Aylwin, véte pa’ Chile».
Pues, no. Me quedo, y con todo derecho.
Se ve que nada sabe de quién es ese farsante,
antes y después del Plebiscito del ’88.

La misma gata, una mierda.
Pinochet es todavía
el Comandante en Jefe del Ejército.

¿Que vine huyendo porque soy cobarde?
Ah, qué bien. Mire hacia su país, no sea hablador.
Busque a valientes, cuéntelos con los dedos.
¿Acaso no está lleno Norteamérica de los suyos?

Vine porque el exilio me salvaría la vida.
Soy sobreviviente desde esa vez que la CIA
mandó a matar a Scheneider, pero,
¿usted qué imagina? ¿que traje dineral,
que sin necesidad? ¿que soy delincuente?

Usted le tiene odio al suramericano,
al argentino, al colombiano, al chileno;
usted no sabe cómo es vivir con generales
y con sus botas encima, usted no sabe,
usted no tiene qué, aún no ha vivido
un «tanquetazo» ni se ha visto
bajo el fuego del Regimiento Blindado N° 2,
con hienas manejadas por el imperialismo.

Para usted es tan simple. Me dio hambre,
brinco a México, acá tiene familia,
ciudades, sucursales, sus tortillas.

Yo no. En Chile están mis enemigos a muerte.
Allá Pinochet es Senador Vitalicio.
Allá la Unidad Popular se hizo una mierda.

El falaz Prat puso su precio en mi entrecejo
y las balas entonces gritaron: Vivo o muerto.
Ya no me voy. Menos porque usted lo pida, cojonudo.

En América, en el culo de su madre,
dondequiera sea, voy a decir Viva Allende,
viva ese recuerdito de mi pasado, ese valiente
ego que me desprecia usted si lo afloro
y por el que fuí apaleado, descoyuntado,
casi muerto.

11-9-1990

*

El ser activo

Que mi vida no sea vacía, pasiva, gris.
Animado sea mi centro y mi raíz.
Que ocurran cosas a mi alrededor, cosas lógicas,
cotidianamente queridas, cambios, satisfacciones,
esperanzas en medio de mi presupuesto
aleccionante de dolor.

Que la vida sane mis heridas y las rehuya.
Que eche corteza dura como un árbol…
Que la vida aprenda quién soy para que yo aprenda
de la vida el sucedáneo giro del morir.
La existencia no es vida sin esta actividad.
Quiero que ocurran cosas en mi vida
que no sean para el engaño, la desilusión.
Intensas cosas, buenas y lindas,
que se parezcan al soñar, sin ser soñar.

Un ideal coherente de ser, comportamiento
optimista, moral, memoria activa, visión.
Cambios, sí, dialécticamente necesarios,
causalmente efectivos, sin la falacia lógica post hoc.

8-05-2003

*

Me gusta (1, 2)

Me gusta saltar,
aunque no lo quiera,
sobre esta mejana de la angustia
y dejar el fango, chapotear
en desquite y contra la agonía,
ir densamente hasta el río
y lavar mi reposo
y cantar mi salmo.

(2)

Me gusta ser el hombre
que se extiende
una frontera más,
allende la tristeza.

La sinceridad es el canto
más puro, el perdón de los ríos.
La savia del sublime árbol,
la raíz más valiente,
el heroísmo callado.

1986

*
Me conocen

al amigo poeta Dr. Juan Manuel Bernal
Me conocen los que me llaman
y se arman de amor en las costillas
para ser la redención del abrazo que me salva.
Me conocen, si conocer es
tener aztlanes en la sangre,
como un filero con gritos emergentes,
los madrugadores de El Paso y la Mesa de Otay
y en refritos de temblores y fuego y frío
tiritan y sobrepujan lo que el sol
tras la frontera, a medio cruce, pone.

Me conocen.
En leña escriben mi nombre.
Llevan agua; pero falta a mitad de camino.
Elevan mis silencios en alturas
de cáctus y nopales
y se ríen de las piñatas invisibles
que dejan mis olores y reciben
mis dulces agradecimientos.

Me conocen y me sepultan
(porque no les queda otra cuando muero).
Les duele el coyote que me explota.
Saben que me voy, ilusionado y pobre,
fracasado, al final, mas ya no hambriento.
Mis ojos se comieron las ganas
de salirse del rancho de los solos,
heridos, oprimidos y chingados.

Me conocen y es tan lindo,
tan conmovedor que nos entiendan
que yo invento un corazón desde la muerte
y echo aguas al que viene tras mí
y le canto y divierto, espanto al tecolote,
para que nada chueco y cobarde
finja sus ganas de humillarlo.

1986

*

Me olvidan

al amigo Dr. David Becerra
Me olvidan, si es que olvidar es
dejar la raíz que estuvo a flote
y pasaron de largo, traidoramente,
quien si te veo o no te conozco...
Soy un viajero con documentos
de Nadie, de Olvido, de Temores.

Hoy no tengo una tumba
que yo diga que es mía.
Ni nada tengo que, por una cédula
de amor, sepa que quedará conmigo.
Me olvidan.

Mi dolor es para ellos, inútil.
Okay, no importa tanto.
Un nombre es lo de menos.
La green-card, the bus-pass,
una tarjeta ID, chueca o verdadera,
verga me vale aún, si desando mis pasos.

1986


Parte Cuatro


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